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La visión doble también conocida como diplopia, es una alteración de las condiciones visuales normales.
El síntoma principal que alerta de esta alteración, es que el paciente percibe dos imágenes en lugar de una sola donde ambas estén integradas correctamente, ya que se encuentran separadas una distancia por determinar.
La forma más común en la que se presenta es con los dos ojos abiertos, llamada diplopia binocular; mientras que la diplopia monocular, sólo necesita tener abierto un ojo abierto para presentarse, y es la más infrecuente de las dos.
Definición – ¿Qué es la diplopía?
El cerebro está preparado para crear una sola imagen a partir de dos ligeramente distintas, pero cuanta más diferencia y distancia haya entre ellas, más difícil resultará obtener una de calidad tras el proceso.
Para comprender bien qué es la diplopia, debemos entender el concepto al que se refiere: la percepción de dos imágenes cuando sólo hay un objeto.
Este fenómeno se puede producir por diversas causas, que componen las características únicas del caso a tratar y son el principio por el que comenzar a estudiar al paciente.
Una vez definida la característica principal del desdoblamiento, falta determinar el ámbito de influencia, es decir si afecta a un ojo o a los dos, por ello en el siguiente punto hablaremos de todas las maneras en que se puede presentar la diplopia, sus causas, y después repasaremos las mejores formas de corregirla.
Clasificación de los tipos de diplopia
Diplopia monocular
Ver doble con un sólo ojo es posible en determinadas circunstancias, normalmente causadas por un defecto refractivo como el astigmatismo, o una curvatura no simétrica de la córnea o el cristalino, que rara vez se producen de manera natural, pero sí por accidentes traumáticos o enfermedades neurológicas.
Diplopia binocular
La visión doble binocular se produce cuando la corteza visual del cerebro no es capaz de fusionar las imágenes que le presentan los dos ojos.
Esto puede afectar desde la propia corteza cerebral, pasando por las vías ópticas hasta el ojo, en la mayoría de casos que se encuentran fuera del ámbito médico, suelen deberse a traumatismos con fracturas óseas en el craneo, que han dejado desplazados los ejes visuales.
Al pasar los años no se puede compensar la diferencia de distancia y entonces aparece la diplopia, primero de manera intermitente en algunas posiciones de mirada, y después con mayor frecuencia y amplitud.
Independientemente del origen de esta alteración, los síntomas sólo se dan cuando el paciente tiene los dos ojos abiertos a la vez.
Causas de la visión simultánea sin fusión o visión doble
El origen de la visión doble es determinante en el pronóstico del paciente, por ello poder asignar una causa coherente a cada caso suele ser el primer paso que realiza el doctor tras la evaluación preliminar.
Causas monoculares | Causas binoculares |
---|---|
Astigmatismo | Estrabismo |
Cataratas | Medicación o intoxicación |
Trastorno de la musculatura extraocular | Enfermedad sistémica (diabetes, tiroides) |
Paresia o parálisis de un nervio facial u ocular | Accidente vascular |
Daño en el área cerebral correspondiente o su vía | Tumor o Infección como la meningitis |
Cuerpo extraño en el interior del ojo | Accidente traumático o lesiones con fracturas óseas |
Además, enfermedades como la esclerosis múltiple o los crecimientos anómalos como las membranas epirretinianas, también pueden causar visión doble.
Sin saber la naturaleza del accidente, o suceso que provocó la visión doble se podría proponer una solución incorrecta que dañe aún más al paciente, por lo que se permite un periodo de observación razonable si la vida del paciente no corre peligro, con el fin de obtener más información antes de una posible intervención.
Por ejemplo, un niño expuesto a un estrabismo que se corrige con una intervención temprana no tiene un mal pronóstico cuando sea adulto, en cambio un paciente con desarrollo de una enfermedad autoinmune como una «miastenia gravis«, que provoca debilidad muscular, tendrá una sintomatología de visión doble mayor.
Pruebas diagnósticas para detectar la diplopía
Si tras el examen preliminar no están claras las causas, es conveniente hacer más pruebas diagnósticas.
Dentro del protocolo de actuación médico en casos de diplopia repentina, se suelen realizar una batería de pruebas optométricas y oftalmológicas como las que siguen en este listado:
- Cover Test en las nueve posiciones de mirada, lo que puede revelar si el paciente sufre un estrabismo o forias latentes que complican el caso.
- Restricciones de la motilidad ocular: se mide la movilidad de cada ojo por separado, y la de ambos a la vez, en los seguimientos de un objeto, la convergencia, etc.
- Prueba de pupilas: importante para saber si hay algún nervio afectado que pueda tener relación con el episodio de desdoblamiento visual que arrastra el paciente.
- Analíticas de sangre, resonancias magnéticas, ecografías y otras pruebas complementarias, pueden ser necesarias en caso de no tener un diagnóstico claro.
Un caso real de diplopía resuelto con éxito
Las 5 opciones de tratamiento para la diplopía.
Por más que nos pese, lo primero a admitir es que no tenemos una cura para esta condición visual, por ello no hablamos de cómo curar la diplopia, sino de los métodos que pueden paliar sus efectos y en muchos casos anularlos, permitiendo que los pacientes puedan retomar sus vidas con la mayor normalidad posible.
Así que las cinco formas que tenemos actualmente de corregir la diplopía son:
- Gafas graduadas
- Prismas oftálmicos
- Terapia visual
- Operación quirúrgica
- Toxina botulínica
Pasamos a describir cada una de ellas y para que están indicadas en cada caso.
Gafas graduadas
En el caso de diagnosticar el defecto refractivo del astigmatismo, se puede corregir con la prescripción de unas lentes, la solución es sencilla, y la adaptación no suele llevar mas de dos días desde que se entregan las gafas hasta que desaparecen completamente los síntomas.
Por ello, este caso es el más leve y fácil de resolver, entraña un riesgo mínimo o nulo para la visión del paciente si no está relacionado con ninguna patología.
Prismas
Los prismas son un tipo de lentes, que permiten desplazar la imagen obtenida a través del cristal una distancia fija, al calcular, se puede prescribir la cantidad necesaria para hacer un tratamiento.
Son unos grandes aliados para compensar las desviaciones pequeñas, residuales tras una cirugía o como ayuda en casos donde no se puede operar y existe posibilidad de mejora de la situación visual binocular.
Como se pueden combinar con las lentes graduadas, es posible poner estos prismas en unas nuevas gafas con todo tipo de lentes, desde monofocales hasta progresivas.
Horizontales
Las diplopias horizontales, son descompensaciones de la posición en el «plano x» u horizontal, para llevar esa imagen al lugar donde el paciente no tendrá visión doble, utilizaremos una barra de prismas horizontales para medir la potencia que debe llevar en gafa.
Verticales
En el caso de una diplopia vertical, las imágenes se ven desplazadas una encima de la otra en el «plano y», ya sea hacia arriba o hacia abajo, para poder compensarlo, se utiliza como medida una barra de prismas verticales.
En primera instancia, se busca que las imágenes en algún punto queden solapadas, y después, ajustando finamente con los prismas, tratamos de encontrar el lugar donde queden integradas en una única imagen.
Oblicuos
Es el caso más complicado, porque tiene las dos componentes vertical y horizontal mezcladas, no siempre se consigue corregir correctamente a causa de la rotación que provoca la respuesta del ojo.
Para el examen son necesarias pruebas con la prescripción y prismas elegidos durante varias sesiones para cerciorarse que el paciente será capaz de adaptarse al cambio, no sufrirá mareos o deformaciones en las imágenes que perciba.
En algunos casos hay que revisar con frecuencia al paciente para recalcular la potencia de los prismas que se prescriben como consecuencia de variaciones posturales, giros de cabeza, tortículis o cambios en el estado de salud. Su especialista le indicará la frecuencia de estas visitas.
Ejercicios de terapia visual para la visión doble
La terapia visual ha tenido un gran auge en los últimos 25 años, algunos de los problemas más persistentes de visión en la edad infantil se pueden resolver con un entrenamiento personalizado a través de ejercicios de terapia visual.
Ha sido una disciplina que ha avanzado desde la ortóptica y pleóptica de estimulación, hasta un enfoque más relacionado con la neurología y las vías ópticas de la visión, integrando otros conocimientos en un programa más desarrollado y dirigido a la rehabilitación de los pacientes afectados.
Aunque no hay un método erigido para la recuperación, hay pacientes que recuperan parcial o totalmente la normalidad de su visión a través de un programa de terapia visual personalizado ejecutado y supervisado por un profesional especializado.
Operación quirúrgica de la diplopia: cirugía del estrabismo
En el caso de que no haya posibilidad de adaptar prismas, ya sea por la magnitud de la desviación, o por la inadaptación al cambio que supone, sólo nos queda la intervención médica de los músculos extraoculares, es decir la operación similar al estrabismo.
Para la operación se calcula un nuevo estado de equilibrio para los músculos a partir de la elongación o acortamiento de la acción de los mismos sobre el globo ocular.
La cirugía se realiza teniendo en cuenta la medida del desalineamiento de los ojos, se trata de una maniobra que no requiere ingreso hospitalario, pues en la mayoría de casos el paciente se va a casa el mismo día.
El procedimiento se efectúa con anestesia que depende del paciente y la duración estimada de la operación.
Postoperatorio
Tras la intervención médica, la mayoría de pacientes vuelven a su rutina habitual en una semana. Es una recuperación rápida. Los síntomas habituales durante los primeros días, incluyen cuerpo extraño y cierto enrojecimiento conjuntival, que desaparecen en su mayor parte en un mes.
Para evitar derrames y complicaciones oculares se hace seguimiento al paciente al día siguiente de la cirugía, un control a la semana y otro en la revisión al mes, donde se evalúa el estado del paciente, dando el alta médica definitiva sin más necesidad de revisiones.
Suele combinarse el uso de colirios con recomendaciones para evitar el roce y contacto de cualquier cosa con el ojo durante un mes, incluyendo el agua del mar o de la piscina, ya que podrían complicar la recuperación.
En definitiva ver doble tiene una buena recuperación si se trata de un caso ligado al estrabismo.
Alternativa a la cirugía de diplopía: la toxina botulínica
Las circunstancias especiales de pacientes que no pueden ser operados con métodos convencionales y tampoco se adaptan a prescripciones prismáticas tienen una opción alternativa en esta técnica.
Siguiendo las directrices de las operaciones de estrabismo, la administración de toxina botulínica o botox en el músculo es posible para mejorar la situación binocular y acercar la imagen de ambos ojos.
No es aplicable en todos los pacientes, ya que depende de cada caso, pero es un recurso interesante para problemas estéticos o casos como hemos indicado anteriormente inoperables.
Para terminar con este punto, es imprescindible hacer un estudio previo de la capacidad del paciente para poder medir tras la aplicación de la toxina el resultado, y prever la evolución a medio plazo, cuando la toxina vaya perdiendo su efecto paulatinamente.
Aunque es muy ambicioso, en este artículo he intentado cubrir todas las posibles causas de visión doble, desdoblamiento de imagen y solapamiento que me he ido encontrando a lo largo de los años, así como su explicación más lógica.
No debemos olvidar que ver doble es un síntoma de enfermedades y lesiones serias, que deben ser descartadas antes de poder recibir un tratamiento adecuado para el caso, por ello es preferible acudir a las URGENCIAS hospitalarias si ha aparecido de repente.