En 2017, Meg Zatorski llegó a una óptica de Australia con el temor a que le dijesen que no tenían solución para ella, pues debido a alguna enfermedad anterior, llevaba 16 años sin poder arreglárselas para ver de cerca.
No veía nada a pesar de tener las gafas con una potencia de +40 dioptrías, que ya es buen récord de hipermetropía.
Se ayudaba de una lupa para intentar leer alguna receta poquito a poco, con paciencia.
Conseguir mejorar la capacidad en el caso de Meg, supone un hito en las ayudas ópticas para la Enfermedad de Stargardt y la máxima graduación posible de hipermetropía, algo nada habitual en nuestro día a día.
Meg entró en la óptica y le dejó las gafas al óptico que le atendió, me imagino la cara del profesional cuando tomó las gafas, las miró, y comprobó que llevaba unas gafas de esa potencia, seguro que mínimo levantó las cejas de asombro.
Al final del post encontrarás EL VIDEO en el que se muestra cómo es la lente que le pusieron y algunos aspectos de su fabricación.
El problema lo provoca la «Enfermedad de Stargardt»
La enfermedad de Stargardt es una enfermedad rara. Es un tipo de patología ocular hereditaria, con una incidencia de 1 cada 10.000 personas. No tiene cura, pero tiene algunos tratamientos para ralentizar la velocidad con la que avanza.
Es la primera causa de distrofia macular juvenil, es provocada por un gen que hace mutar células de la retina y deja de funcionar con normalidad, es más común que se detecte en gente joven que empieza a mostrar anomalías en su visión.
Si no estoy equivocado, esta enfermedad que afecta a la mácula debe dejarte una agudeza visual en torno a 0.4 o 0.5.
En la práctica aunque son letras bastante grandes, el no tener toda la visión central y perder parte de la periferia hace leer una actividad muy complicada.
Además el pronóstico y la evolución con esta enfermedad es que la vista a medida que pasen los años se reducirá considerablemente.
Para no entrar en mucho detalle sobre esta enfermedad, diremos que permite una visión muy limitada del cerca, y necesita a parte de las gafas, una ayuda óptica como una lupa, telescopio, etc.
El problema venía, que ni con las gafas que llevaba de +40 dioptrías y la lupa de mano, podía resolver situaciones normales de su día a día como mirar el móvil, leer, etc.
Imaginad llevar 10 años preguntado si pueden hacerte gafas con más potencia que las que llevas, hasta que un buen día, das con alguien que te dice «vamos a intentarlo«.
La solución para el récord de hipermetropía de Meg
La gran pregunta era si se podría graduar para ver mejor, y en caso afirmativo, ¿Quién va a fabricar una lente con tanta potencia o más?
Sobretodo porque con esa corrección anterior ya no veía nada, y debió ser un reto hacer una lente tan potente.
Ya es complicado montar una lente de 10 dioptrías, te sudan las manos, te tiembla el pulso, detienes la respiración cada vez que tienes que retocar un poco, para no desperdiciar esa lente, pues multiplícalo por 7.
Por suerte, aunque no sabemos cuantos intentos fueron necesarios para elaborar las lentes de 70 dioptrías, finalmente se le entregó la gafa para la lectura a Meg, y el resultado fue francamente bueno, tanto a nivel estético como por el logro técnico.
Se tuvieron que combinar las lentes de +70 D con un efecto de magnificación de x17.5 para la solución final.
Esto abre la puerta a explorar más casos que hemos dado por perdidos, y mejorar la calidad de vida de muchas personas que viven con baja visión, no hace falta un récord de hipermetropía para ponerse manos a la obra.
Essilor dispone de un laboratorio en Francia (S.L. LAB) al que denominan «división de lentes especiales«. Ofrecen un servicio de fabricación de lentes especiales para graduaciones fuera norma hasta graduaciones de -40 dioptrías a +30 dioptrias.
También ofrecen un servicio de fabricación personalizada o a la carta en función de las necesidades exactas del paciente, que fue el caso de Meg.
Si quieres encontrar la fuente original va a ser necesario que busques en la web de Essilorluxottica, ya que el contenido antiguo de Essilor ha sido movido.
Si te ha gustado esta historia o conoces a alguien que quizá pueda beneficiarse de conocer lo que se puede fabricar para recuperar un poco de la visión perdida, no dudes en compartirlo en tus redes sociales o deja un comentario.
Se cree que en el mundo hay casi 7 millones de personas con graduaciones extremas, no sabemos si alguna de ellas sufrirá más graduación que este récord de hipermetropía, pero podría haber graduaciones menores que presenten más problemas.