¿Sabías que cuando nacemos, la longitud axial del ojo promedio es de alrededor de 14mm? Pero con el tiempo, va aumentando, hasta los 8 años cuando se estabilizan los cambios y comienza el último proceso para la mayoría de individuos, que es adoptar los valores más próximos a los de un adulto.
Este proceso se llama emetropización, en el enlace puedes encontrar un artículo que habla sobre el tema.
A partir de los 12 años hasta pasar la adolescencia, los valores se van ajustando lentamente a las necesidades creadas durante los años anteriores, de modo que una vez hechos los ajustes, se estructura en el sistema visual del individuo para el futuro.
La teoría de que la córnea y el cristalino se van aplanando justifican en cambio físico, pero la falta de seguimiento por parte de los pacientes hace que no se pueda generalizar en todos los casos y se recomienda hacer revisiones periódicas siempre que se note cualquier variación significativa de la visión o una vez al año.
Valores normales de la longitud axial del ojo
En un adulto, la longitud axial normalmente mide 23mm desde la parte frontal de la córnea hasta la retina.
Pero ¿qué pasa si mi ojo mide 27mm, más largo que lo normal? Pues, en ese caso, sería un ojo miope si todo lo demás estuviera dentro de los parámetros normales.
Vale, pero ¿Qué es la longitud axial del ojo?
La longitud axial es la medida de la distancia desde la superficie corneal hasta un punto de interferencia correspondiente al epitelio pigmentario de la retina/membrana de Bruch. Se utiliza como una medida importante en la evaluación de la refracción ocular y el crecimiento del ojo a lo largo del tiempo, desde la infancia hasta la edad adulta.
La longitud axial es influenciada tanto por factores genéticos como ambientales y suele cambiar gradualmente a lo largo de la vida.
En el mundo de la oftalmología esta medida es muy importante para colocar la lente intraocular en las operaciones de cataratas. Pero es aún más importante en el mundo del control de miopía porque es el factor fundamental al que están asociados los riesgos de poseer una mayor graduación y un mayor desarrollo de la misma.
El tamaño de un ojo recién nacido es aproximadamente de entre 14 y 16 milímetros de diámetro, mientras que en un lactante aumenta ligeramente hasta 19.5 milímetros. Con el tiempo, el ojo continúa creciendo hasta alcanzar 22-25 milímetros de longitud axial.
Durante los primeros 3 a 6 meses de vida, el crecimiento del ojo es más rápido y gradualmente se desacelera en los próximos dos años. A los tres años, el ojo comienza a posicionar elementos refractivos en los mismos puntos en los que acabarán ajustándose a su tamaño y posiciones de adultos.
Los estudios indican que la longitud axial emétrope media adulta se alcanza hacia los 13 años de edad. También se ha teorizado que la cámara anterior alcanza su profundidad máxima y el cristalino su espesor mínimo alrededor de los 15 años.
En el adulto, la longitud axial permanece prácticamente constante con una tendencia hacia la hipermetropía después de los 40 años. Los valores medios de longitud axial en adultos son de 22-25 mm y la potencia refractiva media es de 25,0D con un error de +1,0 D. La profundidad media de la cámara anterior en un ojo adulto emétrope oscila entre 3 y 4,5 mm.
Los estudios en humanos indican que la herencia y el entorno influyen en la potencia refractiva del ojo. En los recién nacidos y lactantes, se han encontrado errores de refracción significativos que disminuyen con el crecimiento del niño.
¿Cómo se mide la longitud axial del ojo y qué métodos se utilizan para hacerlo?
La longitud axial del ojo se mide a partir de la superficie corneal hasta un punto a determinar en la retina, normalmente se usa un estímulo de fijación para centrar este punto en la fóvea, pero es posible hacerlo con otros.
Esta medida es importante para determinar la refracción ocular y la capacidad de enfoque. Existen varios métodos para medir la longitud axial del ojo, algunos de los más comunes son:
- Ultrasonido biométrico: Este es un método no invasivo que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para medir la longitud axial del ojo.
- Paquimetría corneal: Este método implica la medición de la curvatura corneal con un instrumento especial para calcular la longitud axial del ojo.
- Tomografía de coherencia óptica: Este método utiliza luz para crear una imagen tridimensional del interior del ojo, incluida la longitud axial, especialmente útil en caso de querer explorar la anatomía de la cámara anterior.
Algunas fuentes consultadas:
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