Una de las grandes cuestiones de nuestros antepasados era si la luz entraba a los ojos o salía de ellos, hasta que no supieron cómo funcionaba la luz no pudieron actuar en consecuencia.
Lo mismo nos va a pasar con la miopía.
Necesitamos averiguar cómo prevenir la miopía en niños, y adelantarnos, porque la progresión sin límite de la miopía puede evitarse si se toman las medidas necesarias.
Este artículo puede ser útil también para adultos, si estás interesad@ en saber qué puedes hacer para frenar, continúa la lectura.
Detener o ralentizar la miopía
El proceso exige tener un plan para evitar que la miopía siga empeorando o para evitar que comience.
No existe un plan para curar la miopía.
La miopía verdadera implica que el globo ocular ha crecido demasiado.
Hasta donde sabemos, este cambio físico no se puede revertir, ya que no podemos cambiar las dimensiones físicas del globo ocular sin cortar parte de él o alterar su funcionamiento.
Por eso el objetivo es evitar que empeore, y cuanto antes actuemos más posibilidades de éxito y menor progresión.
Este plan puede adaptarse a cada persona de manera individualizada.
Al principio puede no ser el mejor itinerario para ti o para tu especialista, pero siendo constante y acudiendo a las visitas de revisión irá mejorando.
En las ciencias de la visión nos basamos en el trabajo de los investigadores, que son siempre conservadores a la hora de actuar.
No podemos arriesgar la salud visual de los pacientes, primero porque no hay un libro ni una guía que sirva para todos los pacientes por igual.
En segundo lugar porque para poder adaptar el plan a cada paciente, se va a requerir mucho tiempo y un estricto seguimiento por parte del profesional. Hablamos de dedicación total.
En tercer lugar hay ojos que responden rápidamente al plan propuesto y dejan de aumentar al ritmo que lo estaban haciendo desde el primer momento, pero otros tardan un poco más en frenar la curva.
Siempre hay una ralentización, pero a veces tarda un poco más en llegar.
La clave está en ser constante, confiar en el criterio de los profesionales y seguir las pautas que recomienden, que a modo enunciativo, incluirán algunos de los siguientes puntos y/o más:
- Dieta
- Tiempo al aire libre
- Ergonomía
- Graduación de las gafas
- Plan de actuación
- Programación del uso de lentillas o atropina.
Cómo prevenir la miopía en niños con 2 pautas fáciles
A lo largo del año vemos a miles de personas con miopía tanto en las ópticas como en las consultas oftalmológicas.
La cantidad de personas que la sufren aumenta cada año y la corrección con gafas y cristales normales no suponen una solución definitiva a largo plazo, aunque si a corto, por ello es más deseable tratar el problema desde más de una perspectiva.
Llevar una dieta saludable, equilibrada y pasar tiempo al aire libre haciendo actividades como el deporte, es decir, llevando una vida sana, han demostrado ser factores clave combinables con métodos eficaces para ralentizar la miopía.
Dieta y nutrición
No hay estudios que avalen una relación directa entre la dieta y la miopía, al menos por ahora.
Pero sí sabemos que los ácidos grasos omega 3 son buenos para manterner la visión de la retina.
Hay algunas investigaciones que relacionan enfermedades con ciertos excesos o tipos de dieta, por lo que deberíamos suponer que si son capaces de provocar patologías o complicaciones, bien podrían aumentar el riesgo de padecer y que la progresión de la miopía fuera más rápida de lo «normal».
Es cierto que los expertos suelen coincidir en que los niños deben tener una dieta nutricional sin exceso de calorías y grasas saturadas, que incluya variedad de los nutrientes adecuados, y si puede ser diferentes fuentes de las que adquirir los mismos nutrientes, variedad en pescado, frutas, verduras y carnes.
Estudios sobre el tema serán necesarios y tardarán tiempo en estar disponibles, pues varias disciplinas deben ser coordinadas para realizar la investigación y luego analizar los resultados.
Los cambios en el modo de vida, incluyendo dieta y deporte pueden tener un gran impacto en la calidad de vida y la salud.
Esto no es nuevo, en el caso de la diabetes, el cambio de estilo de vida a uno más activo y con los nutrientes adaptados a cada persona, puede disminuir la necesidad de medicación para su enfermedad.
Muchas de nuestras enfermedades podrían tener o tienen sus raíces en nuestro estilo de vida sedentario, con alimentos refinados, o con exceso de grasas o azúcares.
Puede que en el futuro la optometría necesite de la nutrición o que ésta se vuelva una rama de la medicina por su impacto en la salud de la población.
Actividades al aire libre y exposición a la luz solar
También conocidas como tiempo de exposición a la luz solar, las actividades al aire libre, esencialmente deporte o jugar en el parque, son buenas para los ojos.
De alguna manera el cuerpo interpreta que pasar tiempo en el exterior, y no en actividades cercanas es algo bueno para no desarrollar tanta miopía, se podría hablar de un factor ralentizante.
Estudios realizados en los últimos años sugieren que los niños pueden beneficiarse en su lucha contra la progresión miópica realizando actividades y juegos en espacios abiertos.
Los niños del estudio estuvieron con la luz del sol, durante 2 horas al día cada día durante el tiempo que duró el estudio.
Esta cantidad de exposición bastó para observar una reducción en la progresión de su miopía con respecto al resto de grupos de niños.
Podemos dividir los factores que influyen en la aparición de la miopía en dos grupos:
- Acelerantes
- Ralentizantes
Si podemos poner del lado que nos interesa factores neutros o que en sí mismos no aceleran el proceso, como la ergonomía, la nutrición y la exposición a la luz del sol, el resultado debería ser más efectivo.
Existen costes a largo plazo que deberían tenerse en cuenta, como son:
- Consecuencias de la miopía en tu día a día.
- Enfermedades y patologías asociadas al aumento de graduación.
- Coste de la miopía para tu bolsillo.
La miopía no es una cuestión de vida o muerte, pero la visión juega un papel importante de nuestro día a día, y puede afectar y limitar a las personas en:
- La calidad de vida con visión disminuida.
- El conocimiento de nuestro entorno.
- La capacidad de independencia.
- Rendimiento en casi todas las actividades que se ven influidas por la visión.
¿Cuándo es mejor actuar contra la miopía?
La respuesta es simple, tan pronto como sea posible.
La media de la progresión de la miopía es de 0.37 dioptrías por año.
De media una dioptría cada tres años. ¿Una dioptría es mucho?
Si un niño comienza con -1.00 dioptrías en su debut de miopía a los 6 años, esperamos que tenga en torno a -5.00 cuando se acerque a los 18 años.
Para que seamos conscientes del cambio visual que supone: el niño de 6 años puede ver la televisión a un metro de distancia más o menos.
Pero a los 18, si tiene 5 dioptrías de miopía, esa misma persona sólo podrá ver a 20 cm, vamos, su teléfono móvil, nada más allá sin el uso de gafas o lentillas.
Pero no me preocupa sólo la visión, me preocupa que el riesgo de desarrollar patologías que limitan la visión es mayor cuanto más alta sea la graduación, y las operaciones de ojos son más complicadas.
Los tratamiento de control de miopía que existen son más efectivos cuando se aplican de manera temprana en los niveles de miopía más bajos.
Frenar en seco una tendencia muy acelerada puede ser imposible, pero poco a poco se puede entorpecer hasta que avance muy lentamente.
Este debe ser el verdadero objetivo, evitar que el miope sea más miope y su graduación aumente.
Prevenir de complicaciones los ojos de nuestros niños y que se desarrollen libres de patologías.
Con la miopía no hay ventajas en esperar, no hay que pensárselo luego, el momento de hacer algo es cuando se descubre la miopía o la tendencia de progresión.
Si es la primera vez que entras en el blog o lees sobre esto, es posible que te interese leer otros artículos de esta página para familiarizarte con los conocimientos y métodos de control, la progresión y la prevención de la miopía.